El acero galvanizado es clave en la actividad de todas las industrias; así como podemos encontrarlo en piezas de ferretería —tuercas, tornillos, alambres y cables—, también es el componente esencial de láminas, tuberías y complementos para la construcción y lo podemos encontrar en señales de tránsito, estanterías y mobiliario para diferentes usos.
A este punto, quizás te estarás preguntando qué hace de este material una mejor opción para ciertas aplicaciones que otros tipos de acero, y en este artículo te contaré cuáles son sus principales características y ventajas.
¿Qué es el acero galvanizado?
El acero galvanizado es un material que se recubre con capas de zinc para otorgarle resistencia ante la corrosión, esta es su característica más importante.
El proceso de galvanizado se atribuye a Luigi Galvani, el científico italiano que descubrió que un metal de carga menor podía recubrirse con otro de carga mayor mediante un proceso electroquímico a fin de crear una capa protectora.
Siguiendo esta lógica, durante el galvanizado, el acero adquiere una protección superficial gracias a un recubrimiento de zinc.
El proceso más conocido para realizar la galvanización se conoce como “galvanización en caliente”, esta consiste en el galvanizado de las piezas o componentes de acero en un baño de zinc a altas temperaturas, lo que da lugar a una reacción de difusión en la que se forma una aleación de varias capas.
Propiedades del material galvanizado
El acero galvanizado ofrece ventajas comparables a las del acero inoxidable, de manera que puede ser una solución adecuada para diversas aplicaciones industriales.
Las primeras y más conocidas son la durabilidad y resistencia a la corrosión, aunque también encontramos otras como un alto potencial de reciclaje, capacidad para soportar temperaturas extremas, maleabilidad y la facilidad para utilizarse en conjunto con otros materiales.
¿Por qué elegir el acero galvanizado?
La alternativa al acero galvanizado es el acero inoxidable, una aleación de bajo carbono que contiene cromo en su masa (un mínimo del 10.5%), características que previenen la oxidación y establecen la diferencia entre las aplicaciones para las que cada uno es apropiado.
Sin embargo, el acero inoxidable es más costoso que el galvanizado y este último proporciona una ventaja comparable en cuanto a la resistencia a la corrosión y la capacidad que ofrece para mantenerse íntegro en diferentes condiciones ambientales, como la humedad o las lluvias.
Otra razón para elegir productos y soluciones de material galvanizado, es que en general resultan más fuertes y resistentes que otros materiales.
Diferencia entre acero galvanizado y acero inoxidable
Ahora bien, al comparar estos tipos de acero, conviene tener en cuenta que el acero galvanizado es recomendable para proyectos con menor presupuesto, pero que requieren un alto nivel de protección, siendo un material más liviano y con mayor maleabilidad que el acero inoxidable. Por lo mismo, es utilizado en una gran cantidad de proyectos y materiales.
Usos del acero galvanizado
Entre sus aplicaciones más comunes encontramos las siguientes:
- Equipos de ventilación y calefacción.
- Fabricación de artículos de ferretería.
- Rejas y mallas perimetrales.
- Fabricación de materiales para la construcción.
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